Jeaneth Herrera Pantoja, Transformando y Liderando con Energía Femenina

 

La energía no se crea ni se destruye; se transforma en TI.

Soy Elsa Jeaneth Herrera Pantoja, orgullosamente ibarreña, nacida en la hermosa provincia de Imbabura y madre de una niña que inspira cada paso de mi camino.

Desde pequeña, mi madre me inculcó el amor por las matemáticas y las ciencias, despertando en mí una curiosidad insaciable por entender cómo funciona el mundo. Mi padre, un líder nato con una gran capacidad de comunicar y conectar con la gente, nos enseñó a mis hermanos y a mí que "La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad." — Séneca.

Durante mi infancia, tuve la fortuna de contar con profesores extraordinarios que vieron mi potencial y me permitieron desarrollar habilidades de liderazgo y trabajo en equipo desde la escuela. Esto me llevó a ser una estudiante destacada, con menciones honoríficas y a ganar la medalla de oro en concursos provinciales de matemáticas. Aprendí desde niña que “la confianza en uno mismo es el secreto del éxito”.

Buscando una carrera que uniera mi pasión por las ciencias y mi amor por viajar, descubrí que mi verdadera pasión no solo residía en las ciencias, sino en cómo podía aplicarlas para generar un impacto real en el mundo y encontré en la Ingeniería en Petróleos la oportunidad perfecta. Con el apoyo incondicional de mis padres y mi familia, me trasladé a Quito y me gradué con honores como Ingeniera de Petróleos de la Universidad Central del Ecuador. Posteriormente, obtuve un Máster en Administración de Empresas de la Universidad de Cádiz.

Con más de 21 años de experiencia en gestión operativa, estratégica y desarrollo de negocios en los sectores de Oil & Gas en Ecuador y Brasil, y en proyectos de energías renovables no convencionales geotérmicos en Chile, he trabajado en empresas como CNPC Ecuador, Petroamazonas, Ministerio de Energía, Petroecuador, ENEL Green Power y la Empresa Nacional de Geotermia Chile (ENG), desempeñando roles clave en proyectos de gran escala.

Como pionera en la industria geotérmica, lideré proyectos emblemáticos como El Zoquete y Cerro Pabellón en Chile, este último siendo la primera central geotérmica de Sudamérica y la primera en el mundo construida a más de 4.500 msnm.

Actualmente, soy CEO y fundadora de PRIME Soluciones, una empresa innovadora que ofrece consultoría estratégica y soluciones integrales en proyectos de energía del sector petrolero y geotérmico, ingeniería y construcción sostenible, con una visión clara hacia la diversificación energética y un fuerte enfoque en energías renovables solares térmicas y fotovoltaicas. Uno de los proyectos que más me apasiona es el desarrollo de negocios de productos orgánicos de calidad de exportación producidos en Imbabura por asociaciones de mujeres emprendedoras.

Ser mujer en la industria petrolera de perforación ha sido y sigue siendo un reto, ya que es un sector históricamente dominado por hombres y caracterizado por condiciones laborales demandantes. La participación femenina en las áreas operativas y técnicas es de aproximadamente un 20%, y aún más reducida en puestos de liderazgo y dirección en el sector energético, tanto en Ecuador como a nivel mundial.

Estoy convencida de que una de las estrategias para reducir esta brecha de representación femenina son las redes de mujeres. Es clave fortalecer estos espacios de colaboración activa donde podemos aumentar nuestra visibilidad, compartir conocimientos y fortalecer nuestra presencia en el sector. Por tal motivo, apoyo las iniciativas de Energy Leaders And Legacy Alliance (ELLA), Mujeres en Geotermia (WING) Global, y WING Ecuador, Mujeres en Supply Chain (WINS) Ecuador, siendo miembro activa; donde la sororidad y la equidad de género son valores fundamentales.

Al comenzar mi carrera profesional, me encontré en un entorno donde la mentoría femenina era prácticamente inexistente. Enfrenté actitudes machistas y estereotipos de género que desafiaron mi crecimiento. Sin embargo, esta experiencia me llevó a abrir camino y a construir una red de apoyo con líderes y mentores que reconocieron mi potencial como mujer y profesional. Gracias a su confianza y guía, he tenido la oportunidad de trabajar en lugares que nunca imaginé, conocer culturas y tradiciones gastronómicas invaluables, y crear recuerdos memorables que atesoro profundamente.

Cuando la maternidad llegó a mi vida como la bendición más grande de Dios, creí estar lista para abrazar simultáneamente mis roles de mujer, madre, esposa y profesional. Sin embargo, pronto comprendí que intentar abarcarlo todo al mismo tiempo no era sostenible ni justo para mí. Aprendí que puedo ser la mejor versión de mí misma al vivir cada faceta con presencia y propósito, una a la vez. Aceptar esta realidad me permitió liberarme de la presión de la perfección y enfocarme en lo que realmente importa: vivir el día a día con autenticidad y entrega. No se trata de hacerlo todo, sino de hacerlo con amor y conciencia. Para recorrer este camino ha sido esencial contar con el apoyo incondicional de mi compañero de vida, mi esposo, y de mi red de apoyo, familia y amigos.

Con este nuevo enfoque en mi vida, busco inspirar a mi hija y a las nuevas generaciones para que cumplan sus metas y objetivos, construyendo un mundo en el que la equidad de género no deba exigirse mediante leyes o reglamentos, y donde los techos de cristal sean cada vez más cercanos a ser rotos, no solo por mujeres, sino por hombres y mujeres valientes que se atreven a hacerlo.

He aprendido que la energía más poderosa no proviene de fuentes externas, sino de la convicción interna de que podemos cambiar realidades. Cada paso que damos en la industria energética es una oportunidad para demostrar que el liderazgo no tiene género, sino visión, compromiso y pasión. Así, construiremos y crearemos mejores oportunidades en la educación, fomentando una mayor presencia de niñas y niños en carreras STEM, que aporten a la creación de nuevas visiones para hacer un mundo más sostenible.

Al igual que la energía, las mujeres tenemos el poder de transformarnos y transformar nuestro entorno. Invito a cada lectora a creer en su potencial, a buscar redes de apoyo y a ser mentora para otras. Juntas, podemos encender una revolución de energía femenina que ilumine el camino hacia un mundo más justo y próspero para todos.