Autora: Marcela Fernández Fuentes
Agradecimientos de traducción a Ana Visa
El “Equipo Bolivia”, el año 2014, inició el tema de
movilidad urbana sostenible en Bolivia, construyendo (con el apoyo de ABER,
Energética y SIE S.A.) el primer
vehículo hibrido eléctrico solar en el país, el “INTI”, que nos llevó por
primera vez a competir en “Atacama Solar”, certamen internacional de vehículos
eléctricos que se realiza en Chile. El equipo boliviano ese año quedó entre los
diez primeros de 30 competidores, y en la siguiente versión el año 2016, el
Equipo Bolivia ganó el Primer Lugar en la categoría hibrido solar con 712 km
recorridos de los 750 km que era el reto.
Ese año durante la ceremonia de premiación,
en Iquique, el Director de Energética (capitán del equipo), invitó a todos los
equipos participantes a participar en el primer “Grand Prix Solar” que se efectuaría
por primera vez en Bolivia. Y, aquí entro yo.
El 2016 fue mi primera vez en muchas cosas,
conseguí permiso en el trabajo y me enlisté para ir como voluntaria a trabajar con
la Ruta Solar (la ONG que organiza la competencia Atacama Solar), pues el tema
de la electromovilidad y micromovilidad eléctrica era súper atractivo para mí, se
sabía muy poco en Bolivia y era fan del INTI y el “Equipo Bolivia”.
La Organización chilena me aceptó y aunque no
dejó que trabajara con el equipo boliviano, por ser connacional ¡Aprendí mucho!
Fue mi primera vez lejos de casa tanto tiempo, mi primer viaje al exterior (a
Chile), mi primera vez con otra cultura, mi primera vez en el mar, (ese que
perdimos en la Guerra del Pacifico en 1874). Y, al retorno a mi país, fue mi
primera vez como comunicadora a cargo de una agenda de medios, mi primera vez
construyendo un evento competitivo, el “Grand Prix Solar”, mi primera vez en organización,
promoción, soporte, logística trabajando con universidades de Bolivia y Chile, y
me moría de miedo y aunque al inicio no estaba a cargo de todo el evento, al
final terminé construyéndolo sola.
Una mujer a cargo de todo y con apuestas en
contra y voy por la cuarta versión, con alianzas institucionales y auspicios,
introduciendo el tema en universidades de todo el país, logrando visibilizar la
electromovilidad como parte de un compromiso medioambiental social y
posicionando mediáticamente la competencia.
El reto empezó chiquito, el
2016 fue un circuito urbano cerrado al tráfico vehicular de 2.9 km en la ciudad
de Cochabamba donde los vehículos hicieron hasta 127.5 km en 7 horas. El 2017,
el circuito se amplió a 19 km por la carretera que une los municipios de
Cochabamba y Sacaba, los equipos hicieron hasta 124 km con tráfico vehicular
normal. En 2018, la competencia se realizó en el tramo interdepartamental
Cochabamba y Sucre, abarcando 450 km, el equipo ganador realizó 324.63 km.
El 2019, la Organización trazó
el desafío para recorrer 540 km uniendo tres departamentos del país,
Cochabamba, Sucre y Potosí, pero el certamen fue postergado como efecto de la
convulsión social que vivió Bolivia el mes de octubre de ese año, por ello se
acordó con los equipos inscritos mover la fecha de la competencia a marzo de 2020,
pero, primero las fuertes lluvias y derrumbes en el tramo obligaron a mover la
fecha, y luego, la pandemia llegó a Bolivia.
Se realizó finalmente del 25
al 31 de octubre de 2021 gracias al acceso a vacunas COVID-19 y a pruebas de
laboratorio y pese a tener que suspender la primera jornada de 140 km por
retrasos en la entrega de resultados de pruebas PCR, el equipo ganador hizo 372
km de los 400 que quedaron habilitados.
El objetivo de la competencia es promover
la generación de know-how en universidades, institutos técnicos y, empresas de
innovación, busca desarrollar y construir prototipos de vehículos eléctricos
eficientes, ambientalmente amigables y económicamente accesibles, como hicieron
los chicos del “Equipo Bolivia”, con bajo presupuesto y mucha inventiva .. mi
sueño personal .. asistir a la construcción del primer vehículo comercial eléctrico
boliviano.
La competencia involucra gobiernos
municipales, empresas privadas y públicas y universidades de todo el país, mi trabajo
empieza los primeros meses de cada año creando el desafío jornada por jornada,
se modifican las bases de la competencia, se define la convocatoria, descansos,
recargas, seguridad y tramos especiales.
Definido el reto se envían
invitaciones a universidades del país y del exterior, a posibles auspiciadores
y a municipios involucrados en la ruta, se promociona la competencia, se viaja
con el prototipo del “Equipo Bolivia” y con algunos ingenieros del equipo, para
que en las universidades que lo solicitan dentro el territorio nacional, se
enseñe lo que saben, lo lindo es que los chicos que viajan conmigo lo dan todo,
no hay secretos, transferencia total de conocimiento.
Vienen las inscripciones, abrir
la primera etapa de evaluación virtual administrativa y técnica de los
prototipos a construirse conforme a las bases publicadas, se envían
observaciones un par de veces mientras se viaja una y otra y otra vez, para
definir apoyos con municipios, realizar conferencias de prensa, cerrar alianzas
con auspiciadores, revisar y cronometrar la ruta para un mes antes de la
competencia presentarla a los equipos.
Y se viene la última etapa, evaluaciones
finales y comunicar a los equipos que están habilitados para realizar las
pruebas estáticas y dinámicas puedan llegar a Cochabamba (sede del Prix), el
objetivo, evaluar el prototipo en condiciones simuladas y controladas durante
dos días previos a la largada. Y llega el dia de la Partida, momento increíble
que desata el compromiso personal más difícil de la competencia, cuidar a todos.
Y no es para menos, el 2021
viajamos 16 vehículos con 6 prototipos, 100 personas entre participantes,
voluntarios, jueces y organización, a mi cargo todos, claro que estoy nerviosa.
Nuestros voluntarios se suman ad
honorem al Grand Prix, generalmente alrededor de 20 a 25 personas apoyan a la
Organización que somos como 5 en la Sede y 3 para viajar, algunos voluntarios
son “observadores” viajan con un equipo como veedor, otros apoyan logística y
seguridad (arman pits, colocan señalizaciones en ruta y verifican tramo y
horarios), otros van en el vehículo “punta de lanza” atentos a derrumbes o
problemas en el tramo, con herramientas para despejar escombros, en caso de ser
necesario.
Los “rescatistas” voluntarios
certificados en primeros auxilios van en la ambulancia y el último vehículo el sweeper
cierra la competencia cada jornada con dos jueces. Los jueces son miembros del
Equipo Bolivia, ingenieros todos (con permiso laboral para apoyar el evento),
van repartidos en 3 vehículos de la organización, los que no pueden viajar
están en permanente contacto conmigo para la toma de decisiones respecto de las
evaluaciones a los equipos. ¿Dónde voy yo? saltando de carro en carro.
La jornada empieza,
oficialmente, 7:00 AM y termina 6:00 PM, la mía empieza 5:30 AM y termina 2:00
a 2:30 AM.
En la competencia los
prototipos eléctricos deben hacer un recorrido diario de aproximadamente 150 km
se fija un descanso a mediodía en un municipio se avanza y en la noche se
duerme en otro municipio. Los Gobiernos Municipales generalmente nos esperan
para realizar una competencia en circuito cerrado o exposición de los
prototipos, nos facilitan un espacio de recarga, descanso y/o pernocte.
El ultimo día, en el municipio
que toque, se tiene una jornada de cierre especial y luego retorno a la sede
del Prix, el día de la ceremonia de premiación, se coordina una sesión previa
de fotos en lugares insignia de Cochabamba y un circuito al lugar de la
ceremonia, siempre todo muy emotivo.
Este año el Grand Prix Solar
duro 7 días, días durísimos, te preguntaras ¿lo valen?
Sí, vale cada mala noche, cada problema,
cada frustración, vale comer mal, dormir peor, pasar frio, calor, hambre y sed,
vale cada uña masticada y cada lágrima de impotencia o de alegría, vale el
cansancio y la expectativa, porque el Prix, no es una carrera de velocidad,
sino una competencia de innovación que promueve en los equipos creatividad, solidaridad
y compañerismo. Todos aprendemos, todos enseñamos, todos nos ayudamos, la
electromovilidad es una materia nueva y trascendental para el futuro, lo
sabemos y todos los que estamos involucrados entendemos que aprenderla es
primordial y nos apoyamos entre todos para hacerlo.
Mi trabajo no tendría razón de
ser sino estuviera convencida de que el cambio es posible, que con un poco de
ingenio y mucha voluntad podemos bajar el CO2 en nuestras ciudades, Cochabamba,
la ciudad donde vivo, es una de las más contaminadas de Latinoamérica y estoy
segura que trabajando con las universidades e instituciones en el Prix podemos
ayudar a cambiar eso.
Sé que la presencia de un prototipo eléctrico dando vueltas en una plaza
o avanzando solitario en carretera, genera en quién lo observa una
transformación irreversible, estoy convencida que hemos emprendido, para bien,
un camino sin retorno hacia la movilidad urbana sostenible, de que podemos cambiar el mundo sumando
gente comprometida con el planeta y que podemos hacer posible lo imposible;
lograr la descarbonización del transporte urbano potenciando el uso
responsable y ecológicamente sostenible de la movilidad.
Y sea o no, que este año pueda
realizar la competencia (porque nadie sabe lo que depara el futuro), sé que en
la tarea que me toque desarrollar no disminuirá mi entusiasmo por un futuro
sostenible, ni mi compromiso a fomentar el ingenio boliviano con esa capacidad innata
que tenemos en este país para resolver problemas, con el profundo agradecimiento
a aquellos que aunque saben que es difícil y el viento sopla en contra, tienen
la fortaleza de sonreír en un franco desafío al futuro incomprensible y sus
imprevisibles sorpresas como el Equipo Bolivia y mis Voluntarios, gracias a
todos!
Por: Marcela I. Fernández Fuentes, Licenciada en Cs. Jurídicas y Políticas
UMSS, cursó Especialidad en Energías Renovables UMSS, autodidacta en
Comunicación Social, se formó en Producción y Elaboración de Noticieros Rurales
(CEDIB), Producción Noticieros y Programas (Deutsche Welle), Locución en Radio
y Televisión (CECOM-Sria. Gral de Educación). Responsable de Gestión
Empresarial, Electromovilidad y Comunicación Multimedia en IMMERSIVE SRL, producción,
dirección y conducción de programas en Radio y TV., elaboración de boletines y
noticia escrita, productora de videos, storytelligs y offs.
Traducción
inglés: Ana Visa García, Ingeniera Química, especializada en Energías
Renovables y Medio Ambiente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario