Armonización de las ciudades con el entorno natural

    El alto nivel de urbanización, la industrialización, el transporte y el aumento de la actividad humana han generado una crisis ambiental sin precedentes. En la actualidad, la escala de valores por la que se dirigen las planificaciones de las ciudades está orientada al desarrollo urbanístico y tecnológico, dejando de lado valores tradicionales y el respeto al medio ambiente. Esto provoca que a medida en que las ciudades crecen, crecen los problemas relacionados con la contaminación del aire, el suelo, el agua, el ruido, la descarga de aguas residuales, la eliminación de desechos, el transporte o el aseguramiento sostenible del suministro de energía, entre otros.


El impacto ambiental de las grandes ciudades no se limita al nivel local, sino que su extensión conduce a una reducción valiosa de tierras agrícolas y bosques. El tráfico de las carreteras genera contaminación con plomo y cadmio y emisiones de gases contaminantes debido a la circulación de vehículos, los mismos que emiten al ambiente, metales pesados por fugas de combustible y lubricante, óxido de carrocerías, desgaste de neumáticos y frenos y gases de combustión. El tratamiento antihielo de las carreteras da como resultado la salinización primaveral, causante de la ralentización de suministro de nutrientes como nitrógeno, potasio y fósforo a las plantas. Adicionalmente, el resultado de las cargas recreativas y artificiales excesivas han causado la desaparición de paisajes valiosos.


Para desarrollar este artículo es importante conocer que los sistemas urbanos son estructuras naturales, sociales, técnicas, complejas y dinámicas y están formados por construcciones (edificios, calles pavimentadas, red de calefacción, red eléctrica, alcantarillado, sistema de abastecimiento de agua, etc.), objetos acuosos, áreas verdes, jardines, parques y zonas arboladas. En estos términos, la reconstrucción y renovación de áreas urbanas transforman y mejoran la vida de las personas si se respetan los principios de compatibilidad con la biosfera. Los mismos que, por ejemplo, aumentan la productividad de las personas, mejoran la salud y el rendimiento de los estudiantes, así como también, permiten conservar espacios verdes e históricos sin alterar el paisajismo y cumplen con la finalidad de mantener el equilibrio ecológico del medio ambiente en la ciudad y las áreas residenciales.


Dentro del nuevo paradigma del urbanismo, uno de los principios fundamentales de la transformación de una ciudad, compatible con la biosfera y el desarrollo humano, es el principio de la biotecnosfera. Para cumplir con este principio se necesita alcanzar un triple equilibrio entre la población, las características de los lugares para satisfacer las necesidades de la población y la vida potencial de la Biosfera en el área que la rodea. Para describir el estado de equilibrio del sistema urbano sobre la base de la hipótesis del triple equilibrio de la biotecnosfera, se deben cumplir diversos procesos a partir de la interacción de factores de tipo ambiental, económico y social que reflejen la dinámica de la naturaleza del sistema.


“… La fuente de degradación de la Biosfera se concentra en las ciudades y allí se manifiesta su consecuencia que es la degradación de las personas…”. Este enunciado se explica por el hecho de que, en una ciudad, como entorno artificial de la vida humana, es el área de mayores peligros e incomodidades, en donde los factores antropogénicos y tecnogénicos facilitan la aparición y el desarrollo de situaciones de emergencia que afectan la salud del ser humano, incluso causando su muerte y donde, además, se produce una afectación al medio ambiente.


Bajo estos preceptos, la reurbanización como elemento clave, basada en los principios de compatibilidad con la biotecnosfera, define la estrategia del desarrollo (restricción del tamaño de la población, reasentamiento y migración) y refleja las mejoras en la economía urbana (construcción ecológica, renovación y reorganización de áreas urbanas y reciclaje de residuos). Por lo tanto, el urbanismo como medio de vida es una única estructura natural, social y técnica, susceptible de influencias de control externo (el control externo hace referencia a los órganos legislativos, cuya competencia está en aprobar o no la implementación de proyectos conforme a las normas ambientales). El grado de estabilidad de los sistemas urbanos se puede evaluar de acuerdo con el estado del entorno urbano, su estructura óptima y el equilibrio de componentes naturales y artificiales.


En los complejos arquitectónicos y de construcción se utiliza el término “remodelación”, que se refiere tradicionalmente al componente técnico y el cual no refleja la naturaleza del sistema de este proceso, es decir, no toma en cuenta como principio a la armonización entre el ser humano, las ciudades y el medio ambiente. Los principios de armonización entre sistemas urbanos y la biotecnosfera deben brindar condiciones de vida seguras y cómodas que se basen en la interacción con el entorno natural, teniendo en cuenta los índices sociales, demográficos, ecológicos y económicos, compatibles con el desarrollo de la naturaleza.


Finalmente, debemos tener presente que una persona no amenaza a la biosfera, sino que amenaza su propia existencia, al violar las condiciones ecológicas de los territorios que rodean a la ciudad.


“La biosfera permanecerá incluso si la humanidad desaparece”.




Por: Diana Zuleta Mediavilla (Quito, Ecuador).

Estudiante de Doctorado en Equilibrio de la Biotecnosfera 

en el Complejo de Construcción Urbana y Asentamientos

Máster en Cooperación Energética

Ingeniera Ambiental

Voluntaria en RL Foundation




Bibliografía:

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4 comentarios:

  1. Buen artículo científico felicitaciones, saludos desde Colta - Ecuador

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    1. Muchas gracias por su comentario y lectura a este valioso trabajo. Un saludo

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  2. Es importante una reestructuración ideológica y politica social, para vivir un equilibrio socio-natural. Felicidades,

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    1. Muchas gracias por su reflexión y felicitaciones a la autora por esta excelente contribución. Un saludo

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