Empiezo
esta carta con un recuerdo muy especial, uno que todavía me llena de calma y
gratitud. Fue el 12 de agosto de 2025, en un periodo en el que decidí
desconectarme de lo habitual para reencontrarme conmigo misma: con mis sueños,
con el ahora, con los planes y con las ganas de seguir creando algo bonito para
esta red.
Me
remonto a la costa del norte de España. Era temprano, las siete de la mañana de
un día nublado. El sol aún no había salido; parecía indeciso, como si no
tuviera prisa después de tantos días de luz intensa. Caminé por la orilla del mar
durante más de media hora, sintiendo la humedad en el aire y escuchando el
romper de las olas. Y entonces, de repente, el sol comenzó a aparecer: un
naranja neón vibrante que pintó el cielo de suaves colores pasteles,
envolviendo todo en una paz indescriptible.
En
ese instante, yo iba con prisa por volver a casa después de cumplir con mi
ejercicio diario. Pero algo me detuvo. Sentí la necesidad de parar, de sentarme
y ser testigo de ese momento. Para ser honesta, no recuerdo la última vez que
vi amanecer con tanta emoción; quizás cuando era niña. Permanecí allí unos cuantos
minutos. Minutos que lo fueron todo: me recordaron que puedo detenerme, que es
hermoso habitar el presente, sentir el aire que respiro, escuchar la brisa y
dejarme abrazar por el panorama que me rodea.
El
Sol es la única estrella de nuestro sistema solar. Su gravedad mantiene unidos
a los planetas y su luz y energía hacen posible la vida en la Tierra. Situado
en el centro del sistema solar, ha sido venerado como divinidad por numerosas
culturas a lo largo de la historia.
Fue
gracias a ese amanecer que comprendí con claridad algo profundo. En esos
minutos, aparentemente insignificantes, nació en mí la necesidad de escribir
esta carta y de compartir cómo surgió Energy from Women, combinando un poco con
mi historia para que entendieras el origen de esta red. Ese espacio de
reflexión me confirmó que cada decisión y cada paso que he dado han tenido un
propósito, incluso cuando he dudado sobre si estaba haciendo lo correcto o
siguiendo realmente lo que quería. Decidir formarme en ingeniería,
especializarme en energía y, más concretamente, en energía renovable y solar,
reconocerme como una mujer solar y recordar la fuerza de esa estrella que mueve
el mundo, han sido decisiones que, con el tiempo, se revelaron fundamentales.
Hibridar
mi perfil para ir más allá de lo técnico, buscando influir en que las cosas
sucedan desde la política pública, me permitió enfrentar situaciones que
despertaron en mí la necesidad de generar conocimiento, madurar
profesionalmente, seguir aprendiendo y formarme continuamente, además de
visibilizar el rol de la mujer en mi campo de acción: la energía sostenible y
la acción climática. Fue en ese proceso que comprendí que mi experiencia podía
transformarse en un motor de cambio, tanto personal como colectivo.
Esa
misma fuerza se refleja hoy en Energy from Women también conocida como “La
Energía de las Mujeres”: una energía única y poderosa, capaz de transformar
vidas. Hemos querido transmitirla en nuestro logo y digo hemos porque su
creador, el artista John Mendieta, amigo de toda la vida, puso todo su cariño y
entusiasmo tanto en el primer diseño como en esta versión renovada. El logo,
pensado para ser claro y significativo, integra formas y colores que
representan el sol, el viento y la sostenibilidad, símbolos que nos incluyen y
nos unen a todas. Con ese mismo espíritu, quiero dedicarte estas palabras a ti,
voluntaria de esta red: gracias a tu compromiso, tu conocimiento y tu energía,
contribuyes cada día a mejorar la vida de muchas personas.
Si
eres nueva en la red o si ya caminas con nosotras desde el inicio, quiero
recordarte cómo surgimos. En 2021, durante los días de aislamiento por la
pandemia, nació Energy from Women. En ese momento de pausa global sentí que las
mujeres tenían la capacidad de cambiar las cosas y que debían tener voz. Era
urgente hablar de energía, sí, pero también de humanidad, justicia y equidad.
Así comenzó como un blog, que poco a poco se transformó en una red de mujeres.
Han pasado más de cuatro años y la mayoría ha permanecido. Creo que es porque
han encontrado aquí motivación, propósito y comunidad.
Fue
poco antes de empezar a bosquejar Energy from Women —por allá en Regensburg,
Alemania— cuando coincidí con Tatiana Vásquez, nuestra líder para América
Latina y el Caribe. Tuve la fortuna de conocerla en un proyecto que realizamos
juntas, diseñando un portafolio de políticas públicas en energía para zonas
aisladas de Colombia. Desde entonces surgió una conexión: compartíamos visión,
valores, pasión por la electrificación rural y muchas cosas en común. Cuando
inicié con Energy from Women, invité a Tatiana a compartir su historia
profesional. A mí me había inspirado conocer su trayectoria y sentía valioso
visibilizarla para que inspirara a más mujeres. Curiosamente, Tatiana y yo aún
no nos conocemos en persona, pero sentimos que somos amigas de toda la vida. No
podría tener mejor compañera de viaje. A medida que Energy from Women iba
tomando forma, algunas de ustedes comenzaron a pedirme ser parte de “la red”,
cuando en realidad ese no había sido el propósito inicial. Yo misma me
preguntaba: ¿qué red?… Pero comprendí que existía una necesidad de conectar e
interactuar. Entonces, pensando en cómo dar vida a ese espacio, llegamos hasta
aquí. En ese proceso, vi en Tatiana una gran aliada y compañera de ruta y le
propuse: “impulsemos Energy from Women juntas”. Y aquí seguimos, hasta hoy.
Hoy
somos más de cuarenta integrantes. Hemos crecido despacio y de forma
intencional, con el objetivo de ser una verdadera red: cercana, de confianza y
mutuo apoyo. Vamos aprendiendo con el hacer; para crear una hoja de ruta poco
a poco, porque si queremos generar un impacto real, debemos adaptarnos a las
personas, especialmente a las mujeres, para fomentar su empoderamiento y lograr
que sean visibles en los espacios de decisión, aportando su conocimiento y
fuerza. Eso lleva tiempo y hemos aprendido que no hay reglas fijas: se aprende
en el camino, nos adaptamos y así alcanzamos resultados tangibles. No somos de
indicadores, somos de resultados reales.
La
alegría que sentimos al ver la evolución de cada una de ustedes, viéndolas
brillar en escenarios cuando se trata de llevar el mensaje de la red “igualdad y
equidad” y de generar impacto, al ser testigos de sus emociones y confidentes
de sus sueños, nos llena de energía y nos inspira a seguir aportando y
creciendo juntas en sororidad.
A
lo largo del tiempo, hemos vivido momentos de calma y momentos de impulso.
Mantener viva esta comunidad requiere energía y durante un periodo la mía se
había dirigido hacia otros caminos.
En
ese tiempo pasaron cosas hermosas. Una de las más significativas de mi vida: la
llegada de mi hijo. Su nacimiento reactivó mis ganas de movilizar la red, de
crecer, de hacer cosas juntas y de conocernos más profundamente.
Esa experiencia despertó en mí una energía y unas ganas de seguir aportando que ni siquiera sabía que tenía. Porque, como muchas de ustedes, también he atravesado momentos de duda, de tristeza y de frustración, pensando que lo que había logrado no significaba nada, e incluso enfrentando voces que me hicieron dudar de mi valor. Por eso digo que lo que te ha pasado a ti, exactamente, también me ha pasado a mí.
Poco
después ocurrió algo muy especial: Forbes Ec publicó mi historia
profesional e incluyó una valiosa referencia a Energy from Women. Ese
reconocimiento me recordó, una vez más, la fuerza y los objetivos que nos
mueven juntas. Comprendí aún más la importancia de los tiempos, de hacer las
cosas con amor y con gratitud.
Ver
mi historia dentro de su capítulo “Movimiento inspirador”, y que en
pocos días —desde su publicación el 11 de junio de 2025— se convirtiera en una
de las más leídas, fue una confirmación de que estamos en el camino correcto.
Y
mientras todo eso sucedía, mi país de origen, Ecuador, atravesaba una crisis
energética sin precedentes. En 2024, una sequía extrema vació los embalses que
alimentan nuestras hidroeléctricas, responsables de más del 70% de la
electricidad. La economía sufrió y los más vulnerables —pequeños negocios,
niñas/os sin acceso a educación virtual, hospitales con recursos limitados—
fueron los más golpeados.
Esta
crisis me recordó que necesitamos soluciones más resilientes e inclusivas, y
que es fundamental preguntarnos: ¿dónde están las mujeres cuando se diseñan
estas respuestas? ¿Dónde están sus voces, sus conocimientos, sus propuestas?
En
Energy from Women, nuestros valores —la diversidad y la fuerza colectiva— nos
impulsaron a dar un paso más. A partir de estas reflexiones, ampliamos nuestro
alcance: además de energía, incorporamos la acción climática como eje central,
comprendiendo que una transición energética justa no solo requiere tecnología,
sino también adaptación, mitigación y resiliencia en los territorios y en la
vida de las personas.
Por eso, hoy en Energy from Women trabajamos con dos grandes objetivos humanos:
a) Visibilizar a las mujeres profesionales en distintas áreas del conocimiento para que influyan en decisiones, políticas, proyectos y aporten ideas y conocimiento transformador.
b) Visibilizar a las mujeres en entornos vulnerables que luchan cada día por el bienestar de sus familias y comunidades.
Pero
aún queda mucho por hacer. Algunos números que invitan a reflexionar: la
participación de las mujeres en la industria energética a nivel global se
limita al 32%. De ese total, cerca del 40% se concentra en energías renovables,
mientras que apenas un 20% está en petróleo y gas. Además, las mujeres
percibimos en promedio un 17% menos de ingresos que los hombres.
En
América Latina y el Caribe, por ejemplo, solo el 26% de la fuerza laboral del
sector energético está conformada por mujeres. Aunque las mujeres representamos
el 60% de las personas graduadas de educación superior, apenas el 30% elige y
culmina carreras STEM (Science, Technology, Engineering and Maths – Ciencia,
Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
Es
cierto que la diversidad de conocimientos y la formación multidisciplinaria
enriquecen al sector energético. Sin embargo, la brecha en STEM sigue siendo
profunda y requiere atención urgente. Estoy convencida de que el cambio debe
comenzar desde edades tempranas: en la niñez, cuando se forman percepciones,
aspiraciones y oportunidades.
Por
ejemplo, los roles de género impuestos, las percepciones sociales y la falta de
acceso —o incluso de interés— a la información limitan nuestra participación.
Esto impide que muchas mujeres conozcamos el enorme impacto económico y social
que podríamos generar si nos involucramos más activamente en sectores técnicos
como el energético.
Por
eso, redoblamos esfuerzos en nuestros dos ejes —visibilizar a las profesionales
y visibilizar a las mujeres en vulnerabilidad—, ahora articulados con la acción
climática como hoja de ruta.
Cada
una de nosotras representa una fuerza única. Con experiencia, compromiso y
mirada crítica, ayudamos a que el sector energético y climático se acerque más
al mundo justo, diverso y colaborativo que anhelamos construir. Sin nuestras
historias y nuestra entrega, el mensaje de Energy from Women no tendría la
fuerza que tiene hoy. Conozco un poco de cada una, y digo "un poco"
porque al estar dispersas por distintas partes del mundo y con horarios
complejos, resulta difícil mantener una interacción continua. Pero también
conozco lo suficiente para sentir que compartimos las mismas necesidades y
aspiraciones.
Junto
con Tatiana, tenemos muchos planes, empezando por movilizar comités y fomentar
ese liderazgo compartido que forma parte de nuestros valores: la
“corresponsabilidad”. Esto es algo que he aprendido de grandes mentores,
quienes generosamente me han dedicado su tiempo y compartido su conocimiento,
permitiéndome construir el mío propio, un aprendizaje que sigo cultivando día a
día. Con ese mismo espíritu, siento que mover esta red es también una forma de
agradecer a todas aquellas mujeres y hombres que han estado y siguen estando
presentes, ofreciéndome su guía y su tiempo. Eso es gratitud en acción, además
de todo lo que te he compartido hasta ahora.
Espero
que sigamos creciendo juntas, que nuevas ideas fluyan y que continuemos sumando
al cambio que el mundo necesita, desde el conocimiento, desde el amor y desde
el compromiso. Espero que este espacio también te permita convertirte en
inspiración y guía para otras mujeres que, como tú, buscan crecer y encuentran
en ti un referente. Que encuentres aquí el lugar que necesitas para
desarrollarte personal y profesionalmente, compartir experiencias, aprender y
fortalecer tu compromiso con nuestra comunidad.
Autora:
Andrea Eras Almeida, Fundadora de Energy from Women.
Bibliografía:
Arias,
K., et al. (2025). Hacia un sector energético inclusivo e igualitario:
Perspectivas de género en América Latina y el Caribe. Organización
Latinoamericana de Energía (OLADE).
International
Renewable Energy Agency (IRENA). (2019). Renewable energy: A gender
perspective. IRENA.
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