Yo nací en Ambato, Ecuador, y desde pequeña mostré inclinación por la naturaleza, la física y las matemáticas. Fue esa pasión desde pequeña por el conocimiento lo que me impulsó a seguir una carrera científica, aunque al pasar el tiempo, la vida me tenía preparada una trayectoria aún más poderosa de la que yo había imaginado.
Decidí estudiar Ingeniería en
Biotecnología Ambiental en la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo
(ESPOCH), en Riobamba. Allí conocí al Grupo de Energías Alternativas y Ambiente
(GEAA), un conjunto de personas multidisciplinarias enfocadas en la
investigación y desarrollo de soluciones sostenibles que me abrieron las
puertas para empezar en esta línea de investigación. Mi participación en el
GEAA comenzó con las prácticas profesionales y el trabajo de titulación, lo que
despertó más mi entusiasmo por esta área de la investigación científica y el
impacto social de soluciones ambientales sostenibles.
Tras haberme graduado, recibí
una invitación del director del GEAA para unirme al equipo de trabajo y
desarrollar proyectos de investigación. Fue en esta etapa cuando mi camino en
el mundo de la energía comenzó a tomar forma. Durante mi trabajo, conocí a
profesionales físicos y biofísicos que me inspiraron a pensar en grande, debido
a la falta de investigación en el área de energía nuclear y radiación en el
país. Uno de ellos Mario me animó a fundar WiN Ecuador (Women in Nuclear), una
organización que visibiliza y promueve el trabajo de las mujeres en el ámbito
nuclear.
Yo no era del área de
formación directa y tenía desconocimiento en lo que engloba la energía nuclear,
pero la idea de poder crear algo positivo por las mujeres en el área fue un
desafío que me atrajo de inmediato. Entonces inicié el proceso de consolidación
de la directiva, sentí importante involucrar al órgano regulador en ese momento
del país el SCAN (Subsecretaria de Control y Aplicaciones Nucleares) y decidí viajar
a la ciudad de Quito para presentar mi propuesta. Tras mencionar mi idea encontré
el apoyo de Naty, quien en ese momento creí prudente ella asuma el liderazgo
inicial por su formación profesional y experiencia en el área. Entonces poco a
poco se formó la directiva y con esfuerzo, registramos a WiN Ecuador como red
científica en la SENESCYT (Subsecretaria de Educación Superior, Ciencia,
Tecnología e Innovación) para empezar el largo pero gratificante camino de
expansión, experiencia y retos.
Mientras la organización
crecía en número de miembros, Yo también crecía profesionalmente. Decidí
estudiar una maestría de doble titulación en universidades del extranjero: una
en Gestión en Auditorías Ambientales y otra en Energías Alternativas. Desarrollarme
tanto profesional, intelectual e internamente me llevó a quitarme el miedo de
relacionarme con personas de esta área de energía nuclear y radiación,
poniéndome en contacto con miembros de otros capítulos de WiN a nivel mundial lo
que fortaleció la red y posicionó a Ecuador en escenarios nacionales e internacionales.
Asumir posteriormente la
presidencia de WiN Ecuador para mí fue un antes y un después. Yo no me
consideraba una líder, pero mi convicción, trabajo en equipo y amor por la
causa me demostraron que tenía todas las cualidades necesarias para guiar a la
organización y aprender juntas en el proceso. Bajo mi liderazgo, WiN Ecuador ha
crecido en número de miembros, hemos podido estar presentes en congresos
nacionales e internacionales y se ha logrado establecer conexiones con entes
reguladores y organizaciones nacionales e internacionales.
Considero que uno de los
mayores retos ha sido consolidar la colaboración institucional en el país y
lograr que se escuche la voz de las mujeres en energía, especialmente en el
sector nuclear y radiación. En la actualidad me enfoco especialmente en las
jóvenes recién graduadas, sin experiencia para incentivarlas a desarrollar
proyectos de esta área en el país, generar investigación, enlaces de
colaboración con otras entidades, tocar puertas a este mundo que es fascinante,
todos esos desafíos no han sido un obstáculo, sino un motor para seguir
construyendo una comunidad más equitativa y con igual oportunidad para mujeres
con o sin experiencia en el sector nuclear y de radiación.
“Nunca imaginé que podía
liderar una red nacional, hasta que lo hice.”
WiN me enseñó a superar mis
miedos de hablar en público, de conectar con personas de todo el mundo y, sobre
todo, a inspirar a otras mujeres jóvenes a atreverse, a involucrarse y a creer
en sí mismas y su trabajo.
Hoy, miro hacia atrás y reconozco el camino recorrido con orgullo y humildad. Ha sido un trayecto lleno de aprendizajes, valentía, crecimiento y, sobre todo, de compromiso. Mi historia es prueba de que, sin importar lo que hayas estudiado o en que te hayas desarrollado si tienes ganas de aprender y tomar desafíos por nuevos rumbos, hacerlo con pasión, visión y trabajo es posible, cada cambio que quieras en el mundo empieza por ti y no hay forma más bonita de hacerlo que en apoyo y compañía de mujeres que como tú buscan su lugar en el mundo y tratan de cambiarlo a su manera, no olvides siempre ser respetuoso, amable y empático con los demás.
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